- Área: 400 m²
- Año: 2018
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Fotografías:Andre Klotz
"Es el sol en la barriga con un millón de rayos. El resto no es nada. Es el único motivo por el que Matisse es Matisse - porque lleva el sol en su barriga. Es también la razón por la que, de tiempo en tiempo, algo sucede, la obra que se crea es una especie de diario". (Pablo Picasso - Tériade, 1932)
Una gran losa amarilla rodeada por un porche fue el elemento que guió el diseño íntimo de las Casas Cupe, ubicado en una antigua granja de cocos en la región de Pontal do Cupe, Pernambuco, al noreste de Brasil. Un proyecto que materializa sensaciones y busca formas de construcción más armoniosas con la naturaleza. Las casas de verano fueron concebidas en una región con acceso limitado de materiales y tecnologías, y que cuenta con localismo total en los procesos de ejecución y elección de materiales.
El equipo se conformó principalmente por trabajadores de comunidades cercanas, en su gran mayoría hijos de pescadores. Para algunos de ellos, fue la primera vez que trabajaron con materiales como hormigón y cemento, lo que demuestra que los proyectos innovadores y sostenibles con rigor técnico y constructivo pueden también ser simples.
Los equipamientos de infraestructura se ocultaron desde casi cualquier punto de vista, debido al cuidadoso posicionamiento de una terraza y la angulación natural del techo, creando un mirador con una vista frontal al océano. Mantener la elección de los materiales que generan menos impacto ambiental fue la premisa del proyecto: parte de la estructura de la casa diseñada en eucalipto y madera certificada, reduce el impacto de la emisión de dióxido de carbono y el gasto de energía en el proceso.
Las paredes fueron encaladas, un proceso que utiliza un aporte natural resultante de la transformación de las rocas de carbonato de calcio, naturalmente dotadas de una acción fungicida profunda sin elementos tóxicos y, por permitir la "respiración" de las superficies, actúa como un verdadero antídoto contra la humedad.
El revestimiento se completa al reutilizar las ramitas para crear un efecto efímero entre la luz y el espacio. El mobiliario de Sergio Rodrigues y los artesanos de la Feria de Cariri (feria tradicional del noreste) llenaron la casa con objetos esenciales y con valor simbólico.